Por Sebastian Lindemann

Aclarar en el

anclaje

las frías mañanas.

Se encripta

la sal del mar

como un coagulo

de sangre viajera.

La aventura

continúa

para siempre;

como un hilo de

unión entre el

comienzo y el fin,

ahí se encuentra

la búsqueda del

devenir, se lucha

con lágrimas en los

ojos contra las

durezas etéreas

que nos persiguen;

vamos los perdidos

enraizando nuestro

amor hacia estas

urbes llenas de vida

jugando a construir

el lego macabro

entre la barba

crecida y sucia

de un mendigo

que pide las

pocas monedas

y el billete que

se fue en el

bolsillo del actor del trole,

movimientos de plano de puerto

a puerto,

comienza una vida

nueva, melancólica.

¿Quién quisiera soportar

Esa ventana mirona

Desarmándose?

Fuente: https://culturag.cl/2020/10/13/poesias-portenas-2/

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