Jana Leo narra 132 historias de violencia de género en un libro-archivo

Publicado: 23 noviembre 2024 a las 2:00 am

Categorías: Artículos / Libros

[responsivevoice_button buttontext="Escuchar la noticia" voice="Spanish

Latin American Female"]

Por Sofía Villanueva Valdovino

Portada del libro 'Mamá está muerta pero la vamos a curar' de Jana Leo y Sergio Tombesi. Imagen: Fundación MOSIS

La filósofa y artista multidisciplinar Jana Leo presenta Mamá está muerta pero la vamos a curar, un libro-archivo que humaniza las cifras de la violencia de género, poniendo rostro e historia a 132 mujeres asesinadas por violencia machista en Madrid entre 1999 y 2020.
En las 300 páginas de esta obra, Jana Leo retrata los signos del maltrato, manipulación y el modus operandi de los agresores a través de relatos cortos e ilustraciones, que podrán verse en la sala de exposiciones de UGT Madrid hasta el 26 de noviembre.

En el marco del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género, la autora de Violación Nueva York (Malpaso, 2017) presenta su libro el 25 de noviembre en la librería Antonio Machado de Madrid, un archivo de uxoricidios (asesinato de la esposa, del latín uxor) que desnaturaliza la violencia y visibiliza con imágenes las vidas detrás de las cifras.

“Hemos hecho un esfuerzo en visualizar a las víctimas de la violencia de género, e individualizarlas”, ha apuntado Leo en una nota de prensa.

Leo desvela los patrones de agresión, visibilizando los juegos psicológicos que muchas veces aparecen en las relaciones íntimas. Para la artista “mostrar” es la forma más simple de sensibilizar a potenciales agresores y de propiciar el respeto y el apoyo en casos como estos.

132 mujeres víctimas de violencia de género

El libro, editado por la Fundación MOSIS, arte y ciudad gracias al apoyo de 45 mecenas en Verkami, combina ilustraciones naíf con historias documentadas de las víctimas.

Jana Leo (1965, Madrid) investigó durante cinco años junto al economista Sergio Tombesi para analizar las muertes y extraer patrones que podrían alertar sobre relaciones de riesgo.

“Soy padre de dos mujeres jóvenes y por ello soy muy sensible al peligro de la violencia de género. Este libro, con la variedad de historias de mujeres asesinadas por su pareja, me permite comprender y reconocer los signos de cuando se está llegando a una situación de peligro para una mujer”, ha comentado Tombesi.

Mamá está muerta pero la vamos a curar forma parte de un proyecto iniciado en 2020 por Jana Leo y MOSIS, bajo el título VIDAS y que son obras de arte, e intervenciones artísticas, monumentos del día a día, que hacen referencia a las personas que han perdido sus vidas en Madrid por la violencia machista.

“Lo que no tiene imagen no existe”

En un siglo donde “lo que no tiene imagen no existe”, Leo utiliza dibujos emotivos para visibilizar las vidas tras las cifras. Cada página del libro contiene una ilustración inspirada en una víctima y un extracto de su historia, seguido por análisis detallados que identifican patrones de violencia.

“Este trabajo busca desnaturalizar la violencia de género, sensibilizar a la sociedad y prevenir futuros asesinatos“, ha señalado.

“Lo hemos convertido en cifras para no tener que verlo y asumir nuestra responsabilidad como sociedad. Pero detrás de cada dato hay una historia terrible que debe hacernos pensar como sociedad para empezar a acabar con el problema”, ha explicado.

El análisis muestra que el 35,60 % de las mujeres asesinadas (47 de 132) no habían sufrido episodios previos de violencia física conocida, lo que subraya la necesidad de visibilizar signos menos evidentes de riesgo.

La perspectiva de un niño

Desde la perspectiva de un niño o una niña que mira la mano del hombre a punto de golpear a su madre, se transmite a las lectoras y lectores la sensación que tuvo la autora a la hora de estudiar cada muerte. El dibujo pretende ser un documento afectivo que a través de cada trazo vuelve las cifras algo palpable, algo real.

Leo sitúa en la página derecha un dibujo inspirado en la muerte de cada mujer, y a la izquierda, un extracto de la historia. En el prefacio de la historia, la autora expone que esos gestos “expresivos e ingenuos” están inspirados en el miedo a la figura paterna, que como “garabatos inocentes” se combinan con su trabajo de investigadora.

La cofundadora de Doodlezoo (1995, San Francisco) ha declarado que el dibujo no pretende ser “un registro fiel de los hechos acaecidos” o de la “fisonomía de la mujer muerta”, sino que pretende dar color y transmitir al lector esas historias.

“Para compensar el horror del contenido, pensé en hacer dibujos inocentes, la perspectiva del libro es la de una criatura observando la vida de los adultos. El resultado de ello es el estilo naíf de las láminas”, ha señalado Leo en la nota.

‘Mapear’ la violencia de género

Además, el proyecto cuenta con una web-APP titulada Arte Corriente-MM MAP (Mujeres Muertas a Manos de sus parejas en Madrid, Comunidad), que mapea los asesinatos, el lugar donde ocurrieron y alerta, a quienes tienen activa la url, de una muerte cuando están llegando al sitio donde tuvo lugar el asesinato por violencia de género.

La aplicación, financiada en parte por los fondos Next Generation EU, consigue documentar las circunstancias de los 132 uxoricidios ocurridos en Madrid entre 1999 y 2020, con historias que se cuentan de forma escrita, sonora y a través de los dibujos de Jana Leo.

Son pequeños recordatorios que mantienen “presentes” en la vida de los usuarios a las mujeres que perdieron la suya.

Visibilizar y reconocer

El libro cierra con un análisis de datos donde se estudian los patrones de actuación, las posibles motivaciones, la forma en que fueron asesinadas, su relación con el agresor, el origen de este y la edad de la víctima.

El caso de estudio fueron las 132 mujeres asesinadas por sus parejas hombres en la Comunidad de Madrid entre 1999-2020, del cual se pueden sacar algunos datos de interés.

Por ejemplo, 12 de las 132 asesinadas, algo menos del 10 % se producen por costumbre de maltrato. Es decir, que este era habitual.

También 84 de las 132 asesinadas, es decir el 64,40 %,  habían sufrido malos tratos, ellas o sus familiares.

Sin embargo, en 47 de las 132 asesinadas, un 35,60 %,  no había constancia de maltrato.

“Es posible que una mujer reconozca estas señales como parte de su vida diaria pero no las haya identificado como indicios de violencia de género, o ni siquiera ha pensado que eso podría desembocar en un asesinato. Es normal llegar a naturalizar estas circunstancias, atribuyéndose al carácter de la pareja, por eso se deben visibilizar”, ha explicado Leo.

Fuente: https://efeminista.com/jana-leo-narra-132-historias-violencia-genero-libro-archivo/