Publicado: 13 marzo 2021 a las 4:00 pm
Categorías: Arte y cultura / Literatura
Hombre al agua es la novela póstuma del escritor Javier Reverte, fallecido en octubre de 2020, una obra que, finalizada en sus últimos días, llega a las librerías y en la que no deja «títere con cabeza», anuncia la editorial Plaza & Janés.
En la novela convergen géneros como la sátira, el esperpento, la parodia, la picaresca, el costumbrismo y el absurdo para componer «un retrato, a un tiempo despiadado y cálido, hecho con idénticas dosis de rabia y afecto, de un país lleno de vicios deplorables pero también de seres entrañables que se resisten a la derrota definitiva», indica la editorial.
El deseo de Javier Reverte (Madrid, 1944-2020) era ver impresa esta novela, y aunque la editorial decidió adelantar la publicación unos meses para que pudiera tener el libro en sus manos «lamentablemente, no se llegó a tiempo». Junto a la novela que se publica mañana, Reverte dejó su libro de memorias Queridos camaradas: Una vida, que escribió «a saltos» entre 2005 y 2020 entre Madrid y Valsaín, su refugio de la infancia y de los años finales, que saldrá el próximo mes de octubre. Y también concluyó el que será su último libro, de su último viaje, el realizado a Irán y a Turquía, y que verá la luz en 2022, con el título La última frontera.
Plaza & Janés recuerda a Javier Reverte como «un hombre comprometido con el oficio de escritor, exigente con lo que leía —fue un lector voraz y curioso— y más exigente aún con lo que escribía, tanto en la literatura de viajes como en la crónica periodística, la poesía o la narrativa». Hombre al agua —señala— es «digna heredera de esa corriente periodística y literaria española que ha acudido al humor más desatado con el objetivo de denunciar las profundas desigualdades sociales y los abusos de poder en todos sus estamentos, que ha fiado a la carcajada aguda o a la inteligencia socarrona la función de destapar nuestras miserias y recordarnos la poesía que muchas veces yace oculta en el débil». El libro «no deja títere con cabeza, pues no hay gran institución o estamento que se salve de las pullas o la ridiculización. La Corona, políticos, sindicalistas, eclesiásticos, militares, policías, tertulianos, el CESID, el Opus Dei, quedan retratados bajo la mirada jocosa del autor», dice la editorial.
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