Publicado: 28 septiembre 2025 a las 10:00 pm
Categorías: Noticias / Noticias Europa
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España, 27 de Septiembre de 2025, Por Ariadna Martinez, https://www.eldiario.es
Una respuesta creativa a una necesidad “imperiosa”. Así es cómo las psicólogas clínicas Ángela Ulloa y María Mayoral definen el Programa piloto de Enlace Clínico en Salud Mental en el que están implicadas. Un programa que lleva probándose en distintos centros escolares —ordinarios y de Educación Especial— de la Comunidad de Madrid desde 2022.
“Empezamos con 13 centros escolares y ahora son más de 140”, explica Ulloa —también directora de Proyectos en la Fundación Alicia Koplowitz, principal impulsora de la iniciativa junto al Hospital Gregorio Marañón—. Y cuenta cómo surgió: “Los trastornos mentales en niños y adolescentes antes de la pandemia ya iban en aumento, pero a partir de ella se elevaron exponencialmente”.
“Es por ello que, junto al servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Marañón, vimos la importancia de hacer una atención, como dice la Organización Mundial de la Salud, ‘ecológica’. Es decir, en el entorno donde están las personas afectadas (en el caso de los niños y adolescentes, los centros escolares). Nos basamos en programas que ya habían demostrado eficacia en otros países”, prosigue.
Ahora mismo también están implicados el Hospital La Paz y el del Sureste y se ha sumado como co-financiadora la Z Zürich Foundation para ampliar el alcance en el área de La Paz.
Si no contáramos con estos programas, nos sentiríamos más solos
Verónica Martín, técnico especialista III en el Colegio Público de Educación Especial Juan XXIII de Fuenlabrada
De ese planteamiento surgió en paralelo un segundo programa enfocado en formar en salud mental a los profesionales de la comunidad educativa. “La idea era darles conocimientos para poder, por un lado, identificar signos de alarma en sus alumnos de posibles trastornos y, por otro lado, dotarles de herramientas para hacer intervenciones educativas”.
“Estos últimos cursos es tremendo todos los casos de problemas de salud mental que estamos viendo. Antes podíamos tener situaciones aisladas, pero últimamente observamos un aumento de la incidencia desde infantil hasta las edades más avanzadas. Vemos mucha ansiedad, también casos de autolesiones…”, cuenta Verónica Martín, técnico especialista III en el Colegio Público de Educación Especial Juan XXIII de Fuenlabrada.
“Si no contáramos con estos programas, nos sentiríamos más solos. Antes íbamos dando más palos de ciego. Yo creo que deberían generalizarse y llegar a toda la comunidad educativa. Diría que es imprescindible”, profundiza.
Según uno de los mayores estudios publicados hasta la fecha, el aumento de hospitalizaciones de personas de entre 11 y 18 años por trastornos mentales en España ha sido constante desde el año 2000, pero se señala la pandemia como un momento clave: tras el primer año de esta, aumentaron un 51%. “Vemos sobre todo inestabilidad emocional, conductas autolesivas, ideación suicida… También hay quienes lo que tienen son muchos problemas socioeconómicos”, comenta Mayoral, que coordina uno de los equipos de La Paz involucrados.
Tras el primer año de la pandemia aumentaron un 51% las hospitalizaciones por trastornos mentales.
María Mayoral, psicóloga clínica y coordinadora de uno de los equipos derivados del Hospital La Paz
Explica que “no hay una respuesta absoluta”, pero todos tienen hipótesis sobre lo que está pasando: “Las redes sociales, desde luego, han modificado nuestra manera de relacionarnos, y han llegado en un momento en el que yo creo que los niños y los adolescentes en general se encuentran muy solos. Es una sociedad muy individualista. Las condiciones de vida también influyen muchísimo en un sector de la población”.
El programa asistencial consiste en “llevar” el área de salud mental de un hospital público a las escuelas. Cada equipo (compuesto por psicólogos clínicos, psiquiatras, enfermeros y trabajadores sociales) tiene a su cargo un número de centros del área más cercana al hospital en cuestión, y realiza allí parte de su jornada laboral. Para Mayoral, por ejemplo, son siete, y cada día de la semana va a uno.
Aunque la financiación sea privada, la atención es pública. Están involucradas la Consejería de Sanidad y la de Educación de la Comunidad de Madrid. “Fuimos a presentarlo a las dos consejerías, vieron que era necesario, y firmamos un convenio con ellos”, explica Ulloa. Están allí durante cada curso escolar. “En los centros donde se atiende, hasta la fecha y en principio no se deja de atender”, asegura.
Nos dicen: ‘Necesitamos que nos forméis en trastornos de alimentación porque tenemos muchos casos’
María Mayoral, psicóloga clínica y coordinadora de uno de los equipos derivados del Hospital La Paz
Una vez llegan, realizan diferentes tareas. “En primer lugar, si desde el centro nos comentan que han detectado algún posible caso, procedemos (si los padres lo permiten) a evaluarlo, a realizar un plan de tratamiento, y/o a derivarlo a la red de salud mental”, cuenta la coordinadora. También pueden realizar talleres que les vaya pidiendo cada centro. “Por ejemplo, nos dicen: ‘necesitamos que nos forméis en trastornos de alimentación porque tenemos muchos casos’”, afirma.
Por otro lado, si hay alumnos que ya están recibiendo un tratamiento fuera del centro, hacen de “enlace” coordinándose con la persona que lo esté tratando fuera. De esa forma pueden lograr que tenga un mejor pronóstico. También ayudan a aquellos que hayan tenido un ingreso hospitalario prolongado a incorporarse al colegio desde un acompañamiento intensivo para evitar así un posible caso de absentismo.
También existen formaciones online para los docentes (y para la comunidad educativa en general) en la plataforma de la fundación, y en esta modalidad no hay límite de inscripciones. “Todo está aterrizado al contexto educativo: ellos son docentes, no clínicos”, asegura Ulloa.
A dos de estos tres cursos —todos validados por la Consejería de Educación— puede acceder cualquier profesional de la comunidad educativa madrileña (docentes, orientadores, enfermeros escolares…) y con ello obtener créditos de formación reconocidos. El tercero está orientado a las familias.
Cuando antes nos enfrentábamos a un chaval con problemas de conducta, era más común que pensáramos que se trataba de rebeldía. Ahora llegamos a otras conclusiones
Verónica Martín, técnico especialista III en el Colegio Público de Educación Especial Juan XXIII de Fuenlabrada
El primer curso es uno “general” sobre salud mental infanto-juvenil. En él se exponen conceptos básicos, se explica cómo identificar signos de alarma… . El segundo está centrado en discapacidad intelectual y salud mental (se hace un recorrido a través de nociones básicas, nuevos paradigmas en este ámbito, etc.).
“Cuando antes nos enfrentábamos a un chaval con problemas de conducta, era más común que pensáramos que se trataba de rebeldía. Ahora es más fácil que lleguemos a conclusiones como: ‘No es que no quiera, es que a lo mejor hoy su ansiedad no le está dejando comunicarse y decirnos qué le pasa’”, afirma Martín.
“Realizamos, además, sesiones con los profesionales sanitarios en las que nos ofrecen otras perspectivas para solucionar los problemas, nos ayudan a descargar el estrés, y nos dan seguridad sobre lo que estamos haciendo”, continúa.
Hay que poner más recursos en la prevención y en la detección temprana. El cortoplacismo no es útil
María Mayoral, psicóloga clínica y coordinadora de uno de los equipos derivados del Hospital La Paz
El último, dirigido a familias, es sobre el uso saludable del entorno digital. Aborda temas sobre cómo convivir con la tecnología, cómo es la realidad que viven los adolescentes, y el papel clave que puede jugar la autorregulación emocional en ello. “También aborda el tema de la hipersexualización actual en menores; los riesgos online de los depredadores sexuales; se da también, por supuesto, educación afectivo sexual en el hogar; y se habla también de la IA”, cuenta Ulloa.
“Todavía no sabemos cuándo este programa podría llegar a dejar de ser piloto. Estamos llevando a cabo un estudio de investigación de su efectividad y de su impacto para fundamentar una mayor escalada. La Consejería de Educación y la de Sanidad se han implicado completamente, pero claro, hacen falta más fondos públicos para llegar a más centros. Si dejase de ser piloto tendría que extenderse a toda la Comunidad”, señala Ulloa.
No obstante, aseguran que sí están intentando llevar los programas de formación online a otras comunidades. Ahora mismo lo están probando en la ciudad de Málaga. Pero “el asistencial aún está en la fase de la Comunidad de Madrid, por lo que aún no se ha planteado nada a nivel estatal”, prosigue. “Hay que poner más recursos en la prevención y en la detección temprana. El cortoplacismo no es útil”, apunta Mayoral.
Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/educacion/expertos-salud-mental-formar-profesores-identificar-signos-alarma-alumnos_1_12634621.html
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