Publicado: 25 agosto 2025 a las 4:00 pm
Categorías: Noticias / Noticias Europa
[responsivevoice_button buttontext="Escuchar la noticia" voice="Spanish
Latin American Female"]
España, 25 de Agosto de 2025, Por José Luis Fernández, https://exitoeducativo.net
La inmigración ha afectado de una forma relativamente rápida, aunque desigual, al contexto socioeducativo del sistema educativo español. Así, la población joven extranjera entre los 0 y los 29 años ascendió en 2023 en todo el territorio nacional a 2.109.579 personas, lo que supone un 14,8 % sobre el total de la población residente en España de ese mismo tramo de edad –en 2022 la cifra era de 1.886.782, lo que supone un aumento de 222.797 personas–, según se apunta en el Informe 2024 sobre el estado del sistema educativo Curso 2022-2023 elaborado por el Consejo Escolar del Estado.
En 2023 la población extranjera entre 0 y 15 años ascendía a 891.950 personas, 71.215 más que en 2022 y representaban el 14,5 % de la población total menor de 16 años.
Al atender a la distribución por tramos de edad de la población extranjera de menos de 16 años a fecha de 1 de enero de 2023 (891.950 personas), cabe señalar que, el 17,3 % (154.018 personas) eran menores de 3 años (primer ciclo de Educación Infantil), y el 18,7 % (166.432 personas) forma parte del grupo del segundo ciclo de Educación Infantil y el 64,1 % (571.500) tenían entre 6 y 15 años (Educación Básica) –El 9,2 %, 349.217 personas, corresponde a la etapa de Educación Primaria y el 24,9 %, 222.283 personas, forma parte del grupo de edad correspondiente a la Educación Secundaria Obligatoria–.
En relación con su distribución geográfica, no se reparte homogéneamente en todo el país. Así, en términos porcentuales, cuatro comunidades autónomas representan el 66,6 % de la población extranjera menor de 16 años residente en España: Cataluña (192.663 personas, el 22,9 % de la población extranjera menor de 16 años), Comunidad de Madrid (137.264 personas, el 16,3 %), Comunitat Valenciana (123.950 personas, el 14,8 %) y Andalucía (105.858, el 12,6 %).
Los mayores porcentajes de población extranjera respecto de la población con edades menores de 16 años, por grupos de edades teóricas de escolarización en cada una de las correspondientes enseñanzas, superiores a la media nacional (14,5 %), se dieron en Illes Balears (22,1 %), La Rioja (21,5 %), Comunitat Valenciana (20,6 %), Cataluña (20,3 %), Aragón (18,7 %) y la Región de Murcia (17,2 %). En el extremo opuesto se encontraban, Ceuta (2,7 %), Extremadura (4,5 %) y Galicia (5,9 %).
En 2023 la población extranjera menor de 16 años experimentó un incremento relativo con respecto al año 2009 del 13,6 % (106.603 personas más). Todos los grupos de edad analizados experimentaron un incremento de población, siendo el mayor el correspondiente a las edades de 6 a 11 años (incremento relativo del 23,8 %), excepto el grupo de los menores de 3 años que ha disminuido un 7,4 %.
En 2010 se inició un cambio de tendencia a la baja y afectó a la práctica totalidad de los tramos de edad considerados, alcanzó una cierta estabilidad a partir de 2016 y volvió a aumentar en los años siguientes. Al comparar los datos de 2023 frente a los de 2022, la población extranjera de 0 a 15 años se incrementó en 71.215 personas, lo que supuso un aumento relativo del 8,7 %.
La realidad es que, en los últimos años, la presencia de alumnos de origen inmigrante en las escuelas españolas ha crecido de forma notable. En 2015, el alumnado inmigrante representaba alrededor del 21,5 % en Primaria, cifra que ascendió hasta el 32,1 % en 2023. Este aumento es más llamativo en Primaria que en Secundaria, donde la proporción sigue siendo menor, pero al alza.
Sin embargo, este fenómeno no se distribuye de forma homogénea entre las comunidades autónomas: regiones como Baleares, Cataluña, La Rioja, Murcia y Aragón superan el 13 % de alumnado inmigrante, mientras que en Extremadura, Galicia o Asturias es escaso.
El notable incremento del alumnado inmigrante ha puesto en tensión los recursos educativos. En muchos centros, especialmente públicos, no existen suficientes programas de refuerzo lingüístico, lo que dificulta la integración académica de los menores recién llegados. Solo el 30,7 % de los centros ofrece clases adicionales de Matemáticas, frente al 65,6 % de la media europea y el 60 % de la OCDE. Esta carencia no solo afecta al rendimiento del alumnado inmigrante, sino que también reduce el clima positivo en el aula y el bienestar docente, que experimenta un creciente desgaste.
Las barreras que sufren los estudiantes inmigrantes no se reducen al idioma o a la falta de recursos. El alumnado de origen inmigrante cursa mayoritariamente en centros públicos —un 81,8 %, frente al 13,4 % en concertados y el 4,5 % en privados—, lo que refuerza desigualdades socioeconómicas. Esta realidad alimenta la segregación escolar, un fenómeno especialmente agudo en regiones como Cataluña, donde el índice de concentración en «escuelas gueto» casi se ha duplicado entre 2018 y 2022. Esta fragmentación educativa limita la cohesión social y la equidad en el aprendizaje.
Si bien los estudiantes inmigrantes presentan un potencial notable en resolución de problemas —incluso por encima de los alumnos nativos con nota similar—, el sistema educativo español no siempre logra canalizar esa capacidad. A ello se suma un alto índice de repetición de curso: más de la mitad de los inmigrantes de primera generación repite al menos una vez antes de los 15 años, frente a un 41,6 % entre los de segunda generación; además, el abandono escolar en este grupo es del 27,9 %, en contraste con el 6,3 % de los nativos. Esto refleja un fracaso sistémico en atender adecuadamente sus necesidades.
Más allá de lo académico, muchos alumnos inmigrantes viven lo que se conoce como un duelo migratorio, marcado por la pérdida cultural, desarraigo y adaptación emocional, que repercute en su bienestar y rendimiento escolar. Por eso, expertos abogan por una educación intercultural que reconozca y trabaje la diversidad de forma integral, disminuya prejuicios y promueva la pertenencia y el bienestar emocional.
A diferencia de otras naciones europeas, España mantiene un nivel educativo estancado en la población inmigrante adulta. Entre 2004 y 2021, el porcentaje con estudios superiores apenas pasó del 29,1 % al 30,3 %, mientras que el porcentaje de inmigrantes con educación básica permanece alto, solo superado por Italia. Esto contrasta con los nativos, cuyos niveles de educación han mejorado considerablemente en el mismo periodo, lo que amplía aún más la brecha educativa entre ambos colectivos.
La creciente presencia de alumnado inmigrante en el sistema educativo español ha transformado las aulas, poniendo en evidencia tanto su valor como estudiantes motivados y resilientes, como las fragilidades de un sistema desbordado que no siempre sabe responder con eficacia. El impacto se manifiesta en desigualdad de recursos, explotación incompleta de talento, segregación, desgaste docente y pérdidas económicas sociales.
A la vez, plantea una oportunidad: si se apuesta por políticas de inclusión real, programas de refuerzo lingüístico, formación docente adaptada, orientación emocional e impulso de la interculturalidad, la educación puede convertirse en un motor de cohesión y equidad. El futuro del sistema depende de si optamos por adaptarnos inclusivamente o perpetuar barreras invisibles.
Fuente: https://exitoeducativo.net/mapa-de-la-incidencia-de-la-inmigracion-en-las-aulas-espanolas/
Deja un comentario