Publicado: 9 noviembre 2020 a las 2:00 pm
Categorías: Artículos
Por Itzá Coronel Salomón
Marcos Ganzert, experto en educación, dijo a Debate que este momento de dificultad se puede transformar en algo positivo para la educación a la distancia de la niñez. Enfatizó en que la habilidad de interacción digital que están desarrollando es un requisito importante para un futuro éxito en el mercado laboral.
La resiliencia infantil durante la pandemia, mostrada en la adaptación a la nueva normalidad, y especialmente en la educación a distancia, fue la parte toral de una entrevista especial que otorgó Marcos Ganzert a Debate vía la plataforma Zoom.
El experto en educación explicó que somos los adultos a quienes más nos ha costado esta adaptación, al no estar acostumbrados, puesto que somos producto o resultado de la educación presencial, en muchos casos educación tradicional, que tiene siempre al maestro enfrente y a los alumnos como receptores del conocimiento, pero no como productores del conocimiento.
Expresó que precisamente por ser niños resulta mucho más fácil que se adapten a estos cambios. Lo que nos preocupa a los adultos es cómo van a salir o qué resultados van a tener, pero bajo esa condición de los alumnos que aprenden mucho más rápido y están expuestos a mucha más información del mundo digital.
Compartió que, en su experiencia como director académico de la red de colegios canadienses Maple Bear para Latinoamérica, han visto que alumnos que nunca fueron presencialmente a en colegio y comenzaron en un nivel digital salieron con muy buenos resultados.
Colegios Maple Bear es una institución educativa con más de 400 escuelas en veinte países, atendiendo a más de 40 000 niños y adolescentes. En Latinoamérica, cuenta con más de 150 colegio
“La preocupación de los adultos es un reflejo de lo que sentimos y como sentimos, porque queremos darle lo mejor a nuestros hijos e hijas. El tema es la adaptación, que funciona muy bien a los niño”, aseguró Ganzert.
Calificó como un desafío el aspecto social, manejar las habilidades sociales y el desarrollo social del niño, y dijo que es un desafío porque hablamos de adultos de otra generación que aprendieron de una manera para niños que necesitan aprender de una nueva manera.
De igual manera, se refirió a los profesores que tienen que manejar este tema de las relaciones sociales. Como estrategias, existen herramientas en línea, como las salas que son en vivo con la computadora, con la tableta, donde se puede tener un poco más de contacto social sin contacto físico. Aunque aclaró que el contacto físico es muy importante, sobre todo para los niños que están aprendiendo a manejar sus habilidades motoras.
“Pero esto es temporal. Todo va a pasar. Poco a poco vemos una transición que resultará muy productiva, eficiente e importante, porque están desarrollando habilidades”, aseguró el licenciado en Educación y con estudios de posgrado por la Universidad de Winnipeg, en Canadá.
Precisamente, por el momento histórico por el que estamos atravesando, advirtió que este aprendizaje de la niñez actual no lo tuvimos los adultos, y aunque jamás podría afirmar que la pandemia es algo bueno, sí considera que podemos sacar algo positivo de ella, que es el desarrollo de los alumnos que pueden aprovechar este momento de dificultad y transformarlo en algo positivo para su aprendizaje.
Respecto a la insustituible experiencia de los aprendizajes grupales, especialmente para la primera infancia, Marcos Ganzert expresó que esas habilidades sociales que son tan necesarias para los niños se pueden de alguna manera sustituir, no totalmente, pues el contacto social y las interacciones cara a cara son algo muy importante, ya que somos seres que nacimos en sociedad.
Sin embargo, dijo que hay estrategias no para una sustitución total, sino para tratar de compensar este rezago social, herramientas que los maestros pueden utilizar.
“Estamos seguros que en un futuro muy cercano va a ocurrir. Cuando volvamos a la normalidad, el retraso de actividades sociales y de interacción se van a manejar de una manera más intensivo”, afirmó el académico.
Dijo que desde el punto de vista de la educación canadiense, no se considera que los alumnos tengan un perjuicio o una falta porque sí se está trabajando con momentos que no sustituyen, pero compensan, entonces cuando volvamos a esos momentos híbridos, un poco en línea y un poco presencial, esas actividades e interacciones se podrán cubrir.
Añadió que un aspecto muy positivo lo han visto en colegios de Brasil, que ya volvieron a la normalidad, donde pudieron percatarse de que los alumnos regresaron más sensibles con relación al aprendizaje, más curiosos y ávidos, con ganas del aprendizaje, del contacto y todo, por lo que considera que naturalmente las cosas van a resultar bien en ese momento.
Para el experto en educación, la pandemia nos trajo avances y aceleró los procesos de digitalización. Dijo que existen muchos estudios pedagógicos actualmente que indican que la educación digital, donde hay interacción virtual, estaba en proceso de implementación en algunos países, como Canadá, que en algunas de sus provincias, al ser un país descentralizado, antes de la pandemia ya habían instaurado un día en que los niños no van al colegio, con la finalidad de reducir las emisiones de carbono, se reunían por la mañana en grupos en línea, ya era una realidad en Canadá, y dijo que algunos colegios privados de Brasil también lo hacen de esta manera.
Con relación al home office, una modalidad que ha sido necesaria para mantener a flote muchos sectores productivos en medio de las restricciones establecidas por las autoridades sanitarias a nivel mundial en medio de la pandemia por Covid-19, el director académico comentó que en México como en Brasil no estaban preparados en la mayoría de las empresas, pero en muchos países europeos, en Estados Unidos y Canadá, ya tenían la posibilidad del teletrabajo desde hace bastante tiempo.
A pregunta expresa sobre si la educación a distancia prepara a nuestras infancias para el trabajo remoto, dijo que los niños ya están expuestos a esta realidad desde muy temprano, ya se pueden acostumbrar a esta relación persona-máquina o con inteligencias artificiales. Manifestó que si la educación no cambiara, sería un retraso en este sentido:
“No sé si sería algo específicamente de preparación para el teletrabajo, pero sí hay que quedarse atentos a esta normalidad y necesidad de digitalización de empresas y colegio”, aseveró.
Marcos Ganzert comentó que recientemente la revista Forbes y el Foro Económico Mundial en diferentes estudios se enfocaron a puntualizar cómo estamos preparando a nuestros niños hoy para el mañana.
Por ejemplo, la habilidad de interacción digital es muy importante, un requisito para el éxito en el mercado laboral o como emprendedores y líderes del mañana.
El especialista en educación explicó que la brecha educativa digital ya es muy clara especialmente en países de Latinoamérica, pero no es exclusiva de esta región del mundo, puesto que ocurre en otros países desarrollados por igual.
En su opinión, se deben ofrecer soluciones de acuerdo con la realidad para cada país. Señaló que el hecho de que en México se estén utilizando los canales de televisión para temas educativos es una buena solución, porque posibilita que la información llegue a donde no llegaría si fuera totalmente digital.
Sin embargo, resaltó que de manera digital es una experiencia más rica, porque hay esa retroalimentación en tiempo real, pero cuando no se pueden utilizar los recursos necesarios, se deben usar los que son más cercanos, como la televisión o la radio.
Marcos Ganzert compartió su experiencia en Canadá, donde algunas de las zonas rurales tampoco tienen este acceso, y utilizan otros medios.
“Lo importante es no dejar que las consecuencias de esta pandemia traigan algo negativo en cuanto a la educación”, afirmó.
Hizo hincapié en que las dificultades con la educación se están teniendo en todos los países, especialmente en Latinoamérica, pero resaltó que es en este momento donde las políticas públicas tienen la oportunidad de mejorar mucho en este sentido.
Añadió que además de todo es importante trabajar con niños y niñas las habilidades socioemocionales tanto en educación a distancia digital, como por la televisión y por la radio:
“No vale nada tener el contenido académico, saber todo de memoria, porque el contenido académico se puede encontrar en internet”.
Afirmó que lo importante es cómo se pueden utilizar estos conocimientos en la sociedad en su comunidad, trabajar mejor con los compañeros, adquirir sensibilidad, respeto y empatía.
A decir de Ganzert, lo que le parece que podría hacerse de una forma diferente es recobrar ese sentido de servicio junto a la educación, ya que cuestiona la utilidad de adquirirlo si no se educa en cómo utilizarlo para el crecimiento propio, el de su familia y hacer un mundo mejor.
“Una pequeña semilla que se planta y se pone así, lo que aprendo sé cómo utilizarlo para hacer el bien”, expresó.
Dijo que es evidente que la forma de educar ha cambiado. Todo se ha tenido que adaptar a un modelo online, y todos hemos tenido que adquirir nuevas habilidades en ese contexto.
Informó que no pueden perderse de vista las habilidades socioemocionales, llamadas también soft skills, como la colaboración o la resolución de problemas, y que nos pueden ayudar a suavizar el proceso de rezago social que puede darse después de tanto tiempo en confinamiento.
Marcos Ganzert expresó que, aunque llevamos meses en este distanciamiento, en realidad todo lo que estamos viviendo es algo nuevo para todos; sobre todo para un niño que recién descubre y que hoy ha tenido que estar encerrado.
Además, y lo más importante, es que hay que considerar que es en el colegio donde adquieren muchas de las habilidades sociales que requerirán para su futuro.
Más allá de un posible rezago educativo, a lo que algunos niños pueden enfrentarse es a un rezago social, porque no están adquiriendo las habilidades que les da estar en contacto con otros niños de su edad, el trabajo en equipo, el seguir un sistema donde tienen otro tipo de interacción.
“Desarrollar la confianza en un niño, así como sus habilidades para comunicarse y relacionarse, aprender a gestionar su tiempo, la inteligencia emocional, la empatía, el liderazgo, el servicio a los demás (social) y la capacidad de integrarse a un equipo, le dará al pequeño la posibilidad de adquirir esas habilidades que exige la vida laboral futura, que aunque hoy parece aún lejana, es importante que llegue totalmente preparado a ella”.
La mitad de los estudiantes del mundo siguen sin poder acudir a la escuela. Millones aprenden remotamente, pero los datos de Unicef muestran que 463 millones de niños no han tenido esta oportunidad.
156 millones de estudiantes en América Latina han interrumpido su educación por la pandemia
La pandemia del coronavirus ha afectado a más de 1500 millones de estudiantes en el mundo y ha exacerbado las desigualdades en la esfera de la educación, alertó el titular de la ONU, António Guterres.
En México, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) prevé que 1.4 millones de estudiantes no regresarán a clases en el curso escolar 2020-2021.
Fuente:
https://www.debate.com.mx/consejos/Aspectos-positivos-de-la-educacion-a-distancia–20201109-0019.html
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