Publicado: 3 abril 2025 a las 6:00 am
Categorías: Ciencia
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Por Martin Nicolás Parolari
Un reciente estudio científico ha puesto cifras a un tema que siempre nos ha fascinado: ¿hasta qué edad puede vivir realmente un ser humano? La respuesta supera los 100 años, pero con una advertencia que pocos esperaban. ¿Estamos preparados para aceptar ese techo?
El deseo de vivir más tiempo ha estado presente en la historia de la humanidad desde siempre. Pero mientras soñamos con la inmortalidad, la ciencia ha logrado descifrar una parte crucial del misterio: cuánto tiempo puede resistir realmente nuestro cuerpo antes de rendirse. Y aunque la cifra es sorprendente, también señala una frontera biológica que, al menos por ahora, parece inquebrantable.
En 2021, un equipo de científicos publicó un estudio en la prestigiosa revista Nature Communications, revelando que la vida humana tiene un techo: entre los 120 y 150 años. Este límite no está marcado por enfermedades concretas, sino por algo más profundo: la pérdida total de la capacidad del cuerpo para recuperarse ante el estrés, lesiones o cualquier forma de desgaste físico.
Este hallazgo se basa en el análisis de millones de datos médicos utilizando inteligencia artificial, que permitió a los investigadores medir lo que se conoce como «edad biológica» y evaluar la resiliencia del cuerpo humano a lo largo del tiempo. A medida que envejecemos, nuestros sistemas de reparación celular, como la regeneración de tejidos o la reparación del ADN, comienzan a fallar. Cuando estos mecanismos se agotan por completo, el cuerpo deja de resistir el deterioro.
Es importante entender que este rango de edad no representa una esperanza de vida promedio, sino el máximo biológico posible. Son cifras que emergen del estudio de personas excepcionales, como aquellas que han superado los 100 años manteniendo una buena calidad de vida.
Aunque alcanzar los 150 años parezca de ciencia ficción, la ciencia no descarta la posibilidad. Según los expertos, si lográramos frenar o eliminar las causas del envejecimiento –como el daño celular, el acortamiento de los telómeros o el mal funcionamiento de las mitocondrias– podríamos extender la vida más allá del límite actual.
Aquí es donde entran los avances tecnológicos: desde terapias genéticas hasta la regeneración de órganos, pasando por el uso de inteligencia artificial para prevenir enfermedades antes de que aparezcan. Sin embargo, incluso con estos avances, existe un factor crítico que limita nuestras posibilidades: la resiliencia.
La resiliencia, según los científicos, es la capacidad del cuerpo para recuperarse tras eventos adversos. Con el paso del tiempo, esta función disminuye progresivamente, y es eso lo que termina marcando el final. Aunque una persona lleve una vida saludable, su capacidad de recuperación también se degrada, y con ella, su posibilidad de seguir resistiendo el envejecimiento.
El número mágico de 150 años no es una sentencia, sino una guía. Aunque todavía no podemos garantizar vidas tan prolongadas, sí podemos influir en cuánto nos acercamos a ese máximo. La clave está en cómo vivimos: el estilo de vida, la alimentación, el control del estrés y la prevención médica siguen siendo herramientas poderosas.
Este descubrimiento científico no solo cambia nuestra comprensión sobre la longevidad, sino que también abre nuevas preguntas sobre el futuro de la medicina, la ética y el envejecimiento. Vivir más es posible, pero aún está por verse si podremos romper ese límite… o si el cuerpo humano simplemente no está hecho para llegar tan lejos.
Fuente:https://es.gizmodo.com/existe-un-limite-secreto-para-la-vida-humana-la-ciencia-acaba-de-ponerle-numero-2000157907
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