Comenzó su carrera trabajando para la televisión inglesa: en 1977, con el lanzamiento de Los duelistas, comenzaría a labrarse un nombre en la gran pantalla, que se consolidaría con dos de las obras más importantes de la historia del cine de ciencia ficción, firmadas por él en los cinco años siguientes: Alien, el octavo pasajero y Blade Runner. Desde entonces, la carrera de Ridley Scott no ha perdido nunca el ejercicio de su continuidad —prueba de ello es el 2021 que capitulamos, en el que Scott estrenó hasta dos películas: El último duelo y La casa Gucci—. Considerado uno de los más contrastados artesanos del Hollywood contemporáneo —con un rigor muy alejado del quehacer de su hermano Tony Scott, cineasta intempestivo y uno de los más fascinantes directores de acción de las últimas décadas—, acumula en su haber cuatro nominaciones a los Oscar; no ha podido, sin embargo, hacerse todavía con la preciada estatuilla. Hoy, en Zenda, seleccionamos diez de sus mejores películas.