Publicado: 31 octubre 2020 a las 9:00 pm
Categorías: Artículos
A la hora de afrontar el TOC en niños dentro de un aula es básico respetar sus ritmos e implementar un proceso educativo adaptado a sus necesidades. En este artículo descubrimos cómo.
Cuando trabajas con niños es importante conocer y diferenciar algunos de sus comportamientos rutinarios. Este conocimiento va a permitir diferenciar un simple hecho cotidiano de algo más importante como son los TOC. El Trastorno Obsesivo-Compulsivo es una enfermedad mental que consiste en manifestar pensamientos o acciones de forma continuada y automática, sin que la persona pueda ejercer ningún control sobre ello, convirtiéndose en obsesiones que tienen que llegar a realizar.
Se desconoce la causa que puede originar esta enfermedad pero sí se la relaciona con aspectos como el historial familiar, el propio funcionamiento del cerebro o algún trauma que haya sufrido la persona en su infancia. La colaboración entre docentes y especialistas del centro es fundamental para, en primer lugar, identificar las características o síntomas que presenta un menor con TOC y, en consecuencia, implementar una atención educativa que atienda todas sus necesidades.
El trastorno obsesivo compulsivo puede presentarse en los niños de diversas formas o compulsiones. Principalmente, se observan comportamientos relacionados con acciones sobre la salud y la higiene, como pedir frecuentemente ir al aseo. El niño, en este caso, lo hace para poder, o bien lavarse las manos de forma continuada y repetitiva, o hacerlo con algún material suyo después de que algún compañero lo haya manipulado. Por otro lado, manifiestan una continua búsqueda de la tranquilidad y el aislamiento propio, repitiendo los patrones que el trastorno le provoca, ya sean frases repetitivas, rutinas o actos.
Estos TOC en los niños pueden llegar a crear situaciones en las que se quede atascado en una actividad, ya que necesita su tiempo y su propio proceso para realizarla. Requerirá de un entendimiento de principio a fin para poder hacerla, incluso llegando a ejecutar la misma actividad varias veces, ya que, hasta que no considere que está perfecta, no cesará en su empeño por empezarla una y otra vez.
Estos comportamientos también influyen en su forma de relacionarse en el centro o en su manera de actuar, ya que habrá ocasiones en las que un pensamiento obsesivo cruce su mente y necesite comprobar, realizar o decir aquello que le está provocando el TOC. Por eso, es de suma importancia la relación que estos niños establecen con los docentes y demás compañeros.
Es necesario comprender y entender cómo se debe trabajar y ayudar a los alumnos que padecen el trastorno obsesivo compulsivo, evitando confundirlo con otros trastornos en los que aparezcan dichas características. En este sentido, el Máster Universitario en Educación Especial de UNIR será de gran utilidad y proporcionará especialización a aquellos docentes que así lo deseen.
Es esencial a la hora de trabajar con cualquier niño que presente un trastorno o síndrome, partir del conocimiento y la colaboración por parte de los demás docentes y especialistas y, sobre todo, de sus propios compañeros, ya que son las piezas clave de un proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, se debe revestir el aula de una afectividad, seguridad y confort donde el niño con TOC se sienta a gusto e integrado, pero, sobre todo, comprendido.
Entre las recomendaciones a seguir dentro del aula estarían:
Fuente:
https://www.unir.net/educacion/revista/toc-ninos/
Deja un comentario