Samira Hamidi (AI Afganistán): “El apartheid de género debe reconocerse como crimen internacional”

Publicado: 21 mayo 2025 a las 4:00 am

Categorías: Entrevistas

[responsivevoice_button buttontext="Escuchar la noticia" voice="Spanish

Latin American Female"]

Por Laura de Grado Alfonso

La activista afgana Huria Samira Hamidi, responsable de campañas sobre Afganistán en Amnistía Internacional, ha hecho un llamado urgente a reconocer el apartheid de género como un crimen bajo el derecho internacional para activar la justicia global y exigir responsabilidades a los talibanes por años de represión, violencia y discriminación extrema contra las mujeres y las niñas.

“Una vez que el apartheid de género sea reconocido y formalizado en el derecho internacional, se podrán realizar estudios específicos por país, incluido Afganistán. En ausencia de esta codificación, lograr la rendición de cuentas de los talibanes será mucho más difícil“, afirma Hamidi en una entrevista con Efeminista, realizada en el marco de su visita a España para reunirse con autoridades e instituciones.

Desde su puesto en Amnistía, denuncia el desmantelamiento absoluto de los derechos de mujeres y niñas en Afganistán desde el regreso de los talibanes al poder en 2021. Desde entonces más de cien edictos han eliminado su acceso a la educación, al trabajo, han limitado su libre movimiento e, incluso, su presencia en espacios públicos. Quienes se atreven a desafiar estas órdenes son detenidas arbitrariamente, torturadas y silenciadas, cuenta.

Hamidi ha trabajado previamente con la delegación de la Unión Europea, la Embajada de Noruega y ONU Mujeres en Kabul. Entre 2018 y 2021 viajaba regularmente al país, pero ahora vive en Londres, porque continuar su trabajo en Afganistán sería imposible.

“Las mujeres afganas no han dejado de resistir”, afirma. Pero advierte: sin rendición de cuentas, sin presión política internacional, sin una comunidad global que mantenga viva la atención sobre Afganistán, los talibanes seguirán actuando con “total impunidad”, como hasta ahora.

Un mecanismo internacional de rendición de cuentas para los talibanes

Pregunta (P): Ha mantenido encuentros con diversos líderes políticos y representantes de organizaciones internacionales. Para comenzar, ¿Cuáles han sido los principales mensajes que ha transmitido en esas reuniones? Y, si es posible, ¿Qué resultados concretos se han logrado en cuanto al apoyo internacional que se puede ofrecer a la situación en Afganistán?

Respuesta (R): Los mensajes clave que hemos transmitido se centran en la situación de los derechos humanos en Afganistán, especialmente en lo que respecta a las mujeres y las niñas. Estamos hablando de más de tres años de represión, abuso sistemático y discriminación contra ellas. Además, estamos viendo numerosas otras violaciones de derechos humanos que ocurren a diario y que son cometidas por los talibanes.

Uno de los primeros mensajes clave que hemos planteado es alentar al gobierno español a apoyar el establecimiento de un mecanismo internacional de rendición de cuentas para responsabilizar a los talibanes y preservar las pruebas de la violencia y los crímenes cometidos en Afganistán.

También hemos instado al gobierno español a respaldar el reasentamiento de personas afganas en riesgo, especialmente mujeres. España ha sido uno de los pocos países que ha continuado haciéndolo, y estamos muy agradecidos por ello. Sin embargo, dada la situación tan grave, estamos pidiendo que estos procesos se aceleren, especialmente con las personas afganas que están en países como Pakistán e Irán.

“Las mujeres siguen resistiendo, pero enfrentan una represión extrema”

P: Desde que los talibanes tomaron el poder en 2021, han emitido más de cien edictos que limitan los derechos de las mujeres y las niñas, reduciendo significativamente su presencia en la sociedad. Sin embargo, a veces resulta difícil entender cómo es la vida cotidiana para ellas en Afganistán. ¿Podría contarnos más sobre lo que se les permite o no hacer en su día a día?

R: Desde agosto de 2021 y el regreso de los talibanes al poder, la situación ha cambiado drásticamente para las mujeres y las niñas en Afganistán. Se han emitido más de cien edictos y decretos por los talibanes, que son principalmente represivos y restrictivos para las mujeres. Actualmente, 2,2 millones de niñas no tienen permitido asistir a la escuela. Es una cifra enorme, es una generación completa que no puede continuar con su educación; sus aspiraciones y sus sueños están literalmente siendo destruidos.

De manera similar, a las mujeres no se les permite ir a la universidad. Ya no tenemos graduadas en ningún campo. Las mujeres ya no tienen libertad para viajar solas ni para realizar actividades cotidianas, como ir al mercado. En la mayoría de las regiones, deben estar acompañadas por un hombre. Además, no se les permite trabajar en la mayoría de los sectores, salvo en algunos casos como salud y economía.

A pesar de esto, las mujeres siguen resistiendo, pero enfrentan una represión extrema. Son arrestadas arbitrariamente, torturadas e intimidadas por defender sus derechos y oponerse a las acciones represivas de los talibanes.

“Las prisiones afganas están llenas de personas”

P: Los últimos informes de Amnistía Internacional destacan el aumento de mujeres arrestadas por desafiar las órdenes de los talibanes. ¿Podría arrojar luz sobre la magnitud de estos arrestos y sus consecuencias?

R: Cualquier persona que los talibanes perciban como opositora, incluidas periodistas, defensoras de derechos humanos, activistas o manifestantes, son considerados enemigos. Y están expuestas a arrestos arbitrarios.

Los talibanes suelen actuar en grupos de cinco a diez , se dirigen a las casas de las personas y las arrestan. En muchos casos, los familiares no saben nada de sus paraderos durante varios días. Luego, son llevadas a juicio sin un proceso justo. Los juicios son dirigidos por mulás, líderes religiosos que se enfocan exclusivamente en la ley islámica, la Sharía. En estos juicios, se les acusa de hacer propaganda en contra de los talibanes, de promover agendas occidentales e, incluso, de atacar la cultura y religión. Son encarceladas, torturadas, aisladas en celdas de confinamiento y privadas de servicios de salud o de abogados.

¿Por qué no se sabe mucho sobre esto? Porque muchas familias tienen miedo de hablar. Las prisiones afganas están llenas de personas, pero la mayoría de las familias no hablan porque temen que sus familiares también sean dañados.

P: Y en relación a estas activistas, juezas y defensoras de derechos humanos que han tenido que abandonar su país, algunas se están organizando en otros países, como España, donde ayudan a otras a salir. ¿Cree que el gobierno español o la sociedad civil en España pueden hacer algo para apoyarlas en este proceso?

R: Absolutamente. Esa es una de las recomendaciones que estamos haciendo al gobierno español, así como a la sociedad civil: proporcionar espacios donde estas mujeres puedan continuar su trabajo por los derechos humanos en el exilio. Esto incluye ofrecerles financiación para que puedan planificar y organizar eventos de concienciación sobre la situación en Afganistán. También pueden facilitar intercambios, formaciones y oportunidades para integrarse en la sociedad, como acceso a empleo, aprender el idioma o continuar con sus estudios.

Aunque estas personas hayan logrado escapar y estén ahora en un lugar seguro, esto no significa que el proceso haya terminado. El verdadero final será cuando puedan seguir hablando sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, especialmente en lo que respecta a las mujeres, cuando tengan la oportunidad de recuperar sus sueños, involucrarse y continuar con su labor. Empezar de cero en un nuevo país conlleva un gran estrés y trauma, por lo que se necesita mucho apoyo en este proceso.

“En el futuro Afganistán tendrá una generación radicalizada y adoctrinada”

P: También ha mencionado la prohibición de la educación para las niñas. ¿Cómo cree que esta negación prolongada de la educación afectará a la sociedad afgana a largo plazo?

Desde su regreso, los talibanes han promovido las escuelas religiosas, que no se enfocan en la educación formal, sino en estudios religiosos. Sin embargo, estas escuelas también fomentan la radicalización, lo que es una gran preocupación. En el futuro Afganistán tendrá una generación radicalizada y adoctrinada, un grupo que no creerá en los derechos humanos y que no respetarán a sus propias madres y hermanas al ver lo que los talibanes están haciendo con las mujeres en el país.

A nivel educativo, también es traumático, ha habido un aumento en los casos de suicidio y depresión entre las niñas jóvenes. La ONU ha informado sobre el empeoramiento de las condiciones de salud mental en mujeres y niñas jóvenes. El impacto es enorme. Como mencioné antes, ser una estudiante es una rutina diaria: vas a la escuela, regresas a casa, haces tu tarea, duermes y al día siguiente repites. Pero el 14 de agosto todo sigue normal, y el 15 de agosto ya no tienes eso. Este cambio abrupto es devastador.

“Muchas niñas están expuestas al matrimonio forzado por parte de los talibanes”

P: Mencionaba los suicidios. No sé si tuvo conocimiento del reciente caso de Abida, una niña que se suicidó porque iba a ser casada con un talibán. ¿Cómo describiría la situación de estas jóvenes que son forzadas a casarse con talibanes?

R: Muchas niñas y mujeres jóvenes están expuestas al matrimonio forzado por parte de los talibanes. Y una de las razones por las que hay un aumento en el matrimonio de niñas a temprana edad en Afganistán es que las familias quieren evitar esto. Las familias prefieren casar a sus hijas con alguien antes que con un talibán.

En este caso, vimos que la familia no pudo protegerla y, desafortunadamente, ella tuvo que quitarse la vida. Este tipo de situaciones se presenta como una contradicción respecto a lo que los talibanes afirman públicamente: que la violencia contra las mujeres ha disminuido en Afganistán y que la Sharía les beneficia. Su líder supremo ha declarado que las mujeres no deben ser forzadas a casarse y que tienen derecho a elegir a su pareja. Sin embargo, sus propios soldados obligan a las mujeres a casarse con ellos.

Esta es una situación terriblemente alarmante y, lamentablemente, no hay ningún mecanismo de apoyo disponible para estas mujeres. No creo que los talibanes hayan comentado sobre este caso en particular, pero no es el primero, y seguramente no será el último.

Esto es una clara muestra de la falta de rendición de cuentas. Esta es la cultura de impunidad en la que los talibanes, como controladores de Afganistán, hacen lo que desean y, hasta ahora, no se les ha responsabilizado por sus acciones.

Reconocer el apartheid de género para juzgar a los talibanes en Afganistán

P: Desde Amnistía están pidiendo que el apartheid de género se considere un crimen bajo el derecho internacional. ¿Por qué es importante?

R: Las mujeres afganas están abogando para que la situación de Afganistán sea reconocida como apartheid de género debido al abuso sistemático y la represión a la que están expuestas mujeres y niñas.

En Amnistía Internacional adoptamos una política el año pasado donde pedimos la codificación del apartheid de género en el derecho internacional. ¿Qué significa eso? Significa que, una vez que el apartheid de género sea reconocido y formalizado en el derecho internacional, se podrán realizar estudios específicos por país, incluidos países como Afganistán, y los talibanes podrán ser responsabilizados. En ausencia de esta codificación, lograr esa rendición de cuentas será mucho más difícil.

P: Otra noticia que ha llamado mucho la atención recientemente es la decisión de prohibir la voz de las mujeres en espacios públicos. Fue una noticia que dio la vuelta al mundo. Se habló mucho al respecto, pero ¿cómo se está implementando esta medida? ¿Cuál es la situación actual con respecto a este edicto en particular?

R: Creo que ese fue uno de los edictos más absurdos que los talibanes emitieron y, para ser honesta, hicieron el ridículo al llamar a algo así. Es casi imposible decirle a las mujeres que no hablen entre ellas. Es casi imposible controlar eso. Creo que fue algo absurdo. Pero también es serio porque muestra su nivel de odio y su nivel de enfoque en cómo reprimir a las mujeres. Así que, creo que todo lo que hacen es buscar cualquier forma de dañar y castigar aún más a las mujeres y niñas.

“No olviden Afganistán, los talibanes no deben ser normalizados”

P: En cuanto a la respuesta internacional, se han iniciado acciones legales contra los talibanes ante la Corte Penal Internacional, especialmente en lo relacionado con la persecución por motivos de género. ¿Cree que estos esfuerzos legales pueden traducirse en un cambio significativo? ¿O considera que sería necesaria una intervención más directa para garantizar la protección de los derechos de las mujeres afganas?

R: Creo que estos son avances tardíos, pero importantes. Hemos estado pidiendo a la Corte Penal Internacional (CPI) que dé prioridad a la situación en Afganistán y que investigue los crímenes cometidos en el país. Celebramos la decisión de la CPI de solicitar órdenes de arresto contra el líder supremo talibán y uno de sus ministros. Tenemos la esperanza de que este proceso continúe.

Sin embargo, también nos preocupa el contexto en el que se desarrollan estas acciones, especialmente las sanciones que la CPI ha enfrentado por parte de Estados Unidos. Por eso, uno de los mensajes que hemos transmitido a las autoridades españolas es que deben seguir apoyando el trabajo de la CPI. Sabemos que ya lo han hecho, pero creemos que es fundamental mantener ese respaldo de forma constante y activa.

P: Para terminar, ¿le gustaría enviar algún mensaje a la comunidad internacional, a la sociedad civil o a quienes nos están escuchando o leyendo desde España?

R: Todo lo que he compartido refleja la realidad que se vive hoy en Afganistán. Soy afgana, tengo mucha familia y amistades que siguen allí, y hablo con ellos casi a diario. Por eso, quiero hacer un llamado: por favor, no olviden a Afganistán. Sigan hablando de lo que ocurre, mantengan viva la atención sobre esta crisis. Con los cambios en el entorno, con la situación política, con los diferentes conflictos emergentes, con los conflictos existentes… Afganistán y los talibanes no deberían ser normalizados. Sus violaciones de derechos humanos, especialmente la violación de los derechos de 20 millones de mujeres y niñas afganas, no deberían verse como algo aceptable.

No podemos rendirnos. Las mujeres afganas y el pueblo afgano no merecen lo que están enfrentando ahora.

Fuente: https://efeminista.com/samira-hamidi-ai-apartheid-de-genero-talibanes/